El monitor medioambiental
Dentro de las profesiones relacionadas con la educación no formal empieza a surgir una figura muy relacionada con la educación ambiental; el monitor medioambiental. Dada la velocidad de crucero que empieza a tomar la Unión Europea hacia la Nueva Economía Verde, todas las actividades relacionadas con el medioambiente y la sostenibilidad empezarán a estar, por fin, bien valoradas y por lo tanto a ser relevantes en nuestra sociedad. En este artículo vamos a intentar explicar en que consiste el trabajo de dinamizador o monitor medioambiental.
¿Qué es la educación ambiental?
Los componentes de la educación ambiental son:
- Conciencia y sensibilidad ante el ambiente y los desafíos ambientales.
- Conocimiento y entendimiento del ambiente y los desafíos ambientales.
- Actitudes de preocupación por el ambiente y de motivación por mejorar o mantener
la calidad ambiental. - Habilidades para identificar y contribuir a resolver los desafíos ambientales.
- Participación en actividades que contribuyan a resolver los desafíos ambientales.
La educación ambiental no defiende opiniones ni procedimientos particulares. En cambio, les enseña a los individuos a sopesar los distintos lados de una problemática mediante el pensamiento crítico, y estimula sus propias habilidades para resolver problemas y tomar decisiones.
La importancia de educar en el respeto al medioambiente
Con la educación ambiental se impulsa y anima a que las personas colaboren con pequeños gestos en el cuidado y protección del medio ambiente como puede ser a través de la recogida de residuos, el reciclaje de envases o apagando las luces de nuestra casa cuando no las necesitamos. Estos son solo algunos ejemplos pero, todavía, se pueden realizar muchas cosas más para no dañar nuestro planeta.
Una de las mayores motivaciones de cuidar nuestro planeta es que las futuras generaciones puedan disfrutar de la naturaleza, sus ciclos y su biodiversidad, entre otras cosas y la educación ambiental es la mayor herramienta para este propósito, más aún en tiempos donde el cambio climático está poniendo en peligro el equilibrio del medioambiente.
La Educación Ambiental, además de generar una conciencia y soluciones pertinentes a los problemas ambientales actuales causados por actividades humanas y los efectos de la relación entre el hombre y el medio ambiente, es un mecanismo pedagógico que además infunde la interacción que existe dentro de los ecosistemas.
El origen
La historia de la educación ambiental revela una estrecha relación entre los cambios en las preocupaciones sobre el medio ambiente y sus problemas asociados y la forma en que se define y promueve la educación ambiental. En este aspecto, la educación ambiental surgió cuando las teorías pedagógicas desarrollaron la idea de incluir a los niños en contacto con la naturaleza y el medio ambiente que les rodea. En concreto, su origen se remonta al año 1930, con el movimiento de la “Educación Progresiva” que tenía como finalidad el aprender haciendo.
Aunque se piensa que el término “educación ambiental” apareció por primera vez en 1958, el punto de partida que conmovió al mundo acerca de la fragilidad de nuestro medio ambiente y la necesidad del desarrollo sostenible para consérvalo para las generaciones venideras fue la visión del planeta desde el espacio por los astronautas (Valera y Silva, 2012).
Posteriormente comenzaron a desarrollarse las primeras conferencias con temas relacionados, como fue el caso de la Conferencia de Estocolmo en el año 1972. Esta actividad marcó el inicio de la búsqueda de acciones sostenibles y de soluciones para enfrentar los problemas relativos al medio ambiente. En este encuentro internacional participaron 113 Estados miembros y más de 400 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
En la Conferencia de Estocolmo se resaltó que un mayor conocimiento sobre el medio ambiente y una acción más prudente y sostenible sobre él mismo, nos llevaría a conseguir un mayor aprovechamiento de las potencialidades y recursos del entorno para las generaciones presentes y futuras. También se describieron los problemas ambientales más importantes que existían a nivel mundial, y se señaló la importancia de la educación como instrumento para solucionar estos problemas.
Posteriormente, hasta nuestros días se han venido desarrollando más acuerdos internacionales (se verán con mayor profundidad en el capítulo IX de este libro) con la finalidad de definir estrategias de acción para proporcionar a la población un ideas orientadoras en cuanto a las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza.
El oficio de monitor medioambiental
Así que la creciente preocupación por el cuidado del planeta y sus recursos, ha dado lugar a la aparición de nuevas profesiones como la de monitor de medioambiente. Este perfil está especializado en temas medioambientales y tiene, además, una vocación pedagógica clara.
Funciones del monitor de medioambiente
El dinamizador ambiental es clave a la hora de transmitir valores. Debe tener conocimientos medioambientales, pero también pedagógicos para poder hacerlos llegar. Debe tratar de ofrecer un enfoque multidisciplinar y transversal de la educación ambiental, los recursos y la problemática. El objetivo principal será potenciar los comportamientos que afecten positivamente al medioambiente y, por tanto, el cambio social.
Por tanto, la responsabilidad de estos profesionales es doble:
- Por un lado, debe tratar de planificar su trabajo para llegar a la adecuada consecución de objetivos medioambientales propuestos. Tener un conocimiento lo suficientemente amplio como para tratar de inculcar a su alumnado el amor y el respeto por el medioambiente.
- Por otro, debe cuidar de sus alumnos y alumnas, lo que será especialmente importante cuando sean de corta edad. Y lo más difícil: motivarles lo suficiente como para que el cambio de actitud sea real.
En definitiva, el interés por el cuidado del medioambiente y por hacer llegar a otros los conocimientos en este ámbito.